El Quilombo Dos Plamares, en Brasil, es uno de los espacios de organización más conocidos en la historia de la resistencia negra y uno de los pocos que subsisten en la actualidad. Dándara perteneció a este Quilombo, y desde niña se integró a la organización en defensa de los ataques españoles durante el siglo XVII. Entre las estrategias de defensa que desarrolló con habilidad, empleó la capoeira en los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, con gran efectividad. Posteriormente, se convirtió en una estratega en la defensa de Dos Palmares, formando a jóvenes militarmente junto al jefe del Quilombo, Zumbi. Ante una posibilidad de acuerdo entre Dos Palmares y la colonia española para el cese de la persecución, que implicaba la entrega de cimarrones fugitivos escondidos en el Quilombo, Dándara se opuso porque esto no implicaba el fin de la esclavitud, lo que devino en una represión española sin precedentes, que terminó por acorralarla para capturarla y convertirla en esclava. Dándara finalmente prefirió el suicidio antes de convertirse en esclava.
